15 abr 2012
Tú
Tu casa. Aquel parque. Tú dibujando. Un beso. Tu cama.
Vidrio. Calor. Invierno.
Tu mundo.
Mis fantasmas. Tus duendes.
Mi miedo. Tu alegría natural.
Densidad.
Los abrazos. El mundo según nosotros. Tus sueños.
Tu cara. Tus ojos.
Mi pulso.
Tu universo. Mi rotación. Tu translación.
El ladrillo negro.
Tú en abril, bañada en su luz.
La década.
Tu casita de muñecas. Tus ideas, mis frustraciones, el despertar:
Nuestra juventud.
Tu fuego. Mis cenizas.
Lo trivial, lo incondicional,
lo sagrado, y lo profano.
La memoria y lo olvidado.
Lo banalmente bello: Alegoría del instante.
Apología de tu piel; La Revolución de tus cabellos.
Lágrimas.
Leguas de lágrimas.
La inocente ignorancia de la inocencia ignorada.
Las palabras inertes, insípidas, vacías e inútiles. Todas.
La estéril redundancia del viento.
...El miedo a los relojes tras volver de Nunca Jamás.
Sobre todas las cosas.
Y un desenlace tan previsible como inadvertido:
Hasta que la vida nos separe.
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